martes, 15 de marzo de 2016

Revolución y Evolución de la Macroeconomía en el siglo XX (Micheal Woodford): La Gran Inflación


La Gran Inflación


A finales de los años sesenta y durante los setenta, a pesar de que la "síntesis neoclásica" había traído nuevamente a la escena académica la teoría clásica, el Keynesianismo siguió teniendo una fuerte importancia tanto en el mundo académico como dentro del gubernamental.

Los hacedores de las políticas públicas confiaban claramente en las ideas propuestas por la teoría keynesiana. Muestra de esto es lo que dijo el presidente Nixon en 1971 en su discurso de Estado:"by spending as if we were at full employment, we will help to bring about full employment". Es decir Nixon creía en el efecto beneficioso que podía tener una intervención estatal para el empleo.
El hecho de que la teoría keynesiana no pudo prevenir el mayor problema que tuvo la economía estadounidense y la de varias economías desarrolladas en los setenta, puso en gran duda la base de sus ideas. Este problema fue la inflación. Desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta Estados Unidos atravesó un período conocido como "The Great Inflation".

El país en estos años tuvo un fenómeno llamado "stagflation", éste término refiere a un país que está atravesando al mismo tiempo una gran inflación y desempleo y poco crecimiento económico. El hecho de que haya gran inflación y desempleo al mismo tiempo contradice la idea bajo la curva de Phillips, en donde se afirma que existe una relación inversa entre estas dos variables. Una de las cosas que afecta a que está relación no se cumpla es la expectativa que tienen los individuos sobre la inflación futura. En este caso el pueblo creía que los precios seguirían aumentado(incluso cuando el chairman de la Fed, Paul Volcker, se encargó de que haya mucho menos dinero circulando en la economía) y entonces demandaban más productos hoy, por miedo a la subida de mañana, y así los precios se disparaban. Igualmente este fenómeno de la curva de Phillips me interesa verlo con más detenimiento en un post futuro.

Woodford atribuye como parte de la culpa de esta subida de precios general a la sobre simplificación de los modelos keynesianos utilizados por los hacedores de las políticas públicas. Éstos no tomaron en cuenta el efecto del estímulo de demanda en el nivel general de precios. Esto es debido a que Keynes en su momento explico que se podían sacar muchas conclusiones sobre los determinantes de la economía en el corto plazo si se tomaban a los precios y salarios como dados y no se los ajustaba(Buscar la razón por la que Keynes decidió tomar los precios y salarios como dados). Esto hizo que cuando los hacedores de las políticas decidieron usar los modelos keynesianos más simples posibles, este efecto del estímulo de la demanda en el nivel de precios, no era tomado en cuenta.
Los economistas keynesianos aseguraban que el efecto del estímulo de demanda en la inflación no sería un mayor problema mientras que el output se mantuviese por debajo del "output potential"-que es el PIB que podría producir una economía si todos sus recursos son utilizados, sería una economía que está en su máxima capacidad productiva. La diferencia entre estos dos outputs se llama "output gap", puede ser tanto negativo como positivo. Si el gap es positivo significa que la economía se encuentra produciendo a un nivel mayor de su nivel de máxima eficiencia debido a un exceso de demanda. Y en el otro caso el gap es negativo cuando la economía no está produciendo en su máxima capacidad por una falta de demanda. Lo ideal es que no haya un gap. Lo ideal sería que la economía esté produciendo en su nivel de máxima eficiencia, es decir, justo en el potential output.

Volviendo a los hacedores de políticas económicas, éstos creían que mientras la demanda mantuviera al output por debajo del potential output todo iba a estar bien ya que esto no supondría una presión sobre los precios por un exceso de demanda. Entonces se dedicaron a construir modelos cuantitativos que estimaran este potential output. El problema es que durante los setenta fueron demasiado optimistas con esta cifra, lo que hizo que el output terminará siendo mayor a lo que debería haber sido, por lo que el exceso de demanda generó una presión sobre los precios.
Woodford se pregunta hasta que punto podemos culpar como causante de la gran inflación a una falla en el marco teórico keynesiano sin ver la falta de interpretación certera que hubo sobre las condiciones económicas en el momento.

Woodford argumenta que una gran parte la culpa efectivamente lo tiene lo segunda, la mal interpretación económica de la época. Habla, por ejemplo, de como en esa década particularmente el "natural rate of unemployment" aumentó relativamente bastante en comparación a como había estado hace un par de décadas. Pero los economistas creyeron que este rate se seguía manteniendo en el mismo nivel que antes, por lo que trataban de llevar el desempleo por debajo al nivel natural que la economía podía en ese momento. También hoy se sabe, todavía sin razón aparente, que la productividad en la década del setenta cayó. Los hacedores de políticas que sobrestimaron el nivel natural de desempleo y también no se percataron del descenso de productividad, en sí sobrestimaron la capacidad productiva de la economía. Por todo esto no podemos afirmar que la gran inflación que vivió Estados Unidos en estos años fue totalmente debido a una falla en la teoría keynesiana.

Natural rate of unemployment: Es el nivel en donde el mercado de trabajo se encuentra en "equilibrio"(la demanda iguala a la oferte) y en donde la inflación se mantiene estable, en el largo plazo. Debido a esto último es que también se le llama "nonaccelerating inflation rate of unemployment", si se trata de bajar el desempleo por debajo a este nivel los trabajadores tendrán mayor poder para negociar sus salarios, lo que hará que la demanda crezca y la inflación aumente

Esta falla en las herramientas cuantitativas por parte de los hacedores puso en duda la utilidad de las mismas para llevar a cabo una política de estabilización. La nueva idea de que era muy difícil medir el output gap en tiempo real, enfatizó la idea de que se debía buscar una estabilidad de los precios en el largo plazo. Esta estabilización de precios a largo plazo se convirtió en el objetivo principal. Y para lograrlo se debían utilizar modelos diferentes ya que los keynesianos prácticamente no le daban importancia, o simplemente ignoraban, la estabilidad de los precios.
Woodford concluye explicando que se buscaban modelos que mostrarán más claramente la relación entre la política macroeconómica y el nivel general de precios. La gran atención que recibió este problema luego de los setenta mostró uno de los puntos más débiles de los modelos keynesianos, su falta de endogeneidad en las expectativas y en los determinantes de los costos de la oferta.
Este problema, al igual que la idea que propulsó la síntesis neoclásica, la de que el Keynesianismo sólo funcionaba en el corto plazo, sirvió como fuentes para innumerables críticas recibidas a lo largo de los próximos años en contra al Keynesianismo.

Fuente: 
Micheal Woodford, "Revolution and Evolution in Twentieth-Century Macroeconomics", 1999

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