jueves, 14 de julio de 2016

Las raíces del bienestar económico - Krugman


Las raíces del bienestar económico

Krugman empieza diciendo que las tres grandes variables digamos que nos tendríamos que preocupar en la economía son la productividad, la distribución de la renta y el desempleo. Él afirma que si estos tres comunes problemas se encuentran en un buen estado de salud, no hay mucha cosa que pueda ir mal. Descarta problemas como el déficit presupuestario, la inflación y otros como una especie de problemas secundarios que no son un problema en si mismos, y que de alguna manera guardan una relación indirecta con los tres problemas principales.

Crecimiento de la productividad

"La productividad no lo es todo, pero a largo plazo lo es casi todo", así comienza Krugman el capítulo de la productividad en su libro "La era de las expectativas limitadas". Este afirma que la capacidad de un país de aumentar el nivel de vida, en el largo plazo, depende casi enteramente del crecimiento de la productividad.

Krugman empieza rechazando el argumento, que muchas personas realizan, de que la productividad es importante ya que nos permite ser más "competitivos" en el mercado internacional. Empieza, para afirmar su punto, imaginándose a EEUU como una economía cerrada, es decir, sin comercio exterior. Entonces se hace la siguiente pregunta: ¿Cómo podrían los ciudadanos estadounidenses aumentar su consumo(se entiende por consumo como nivel de vida)? Krugman dice que solamente, por cuestiones de aritmética, hay tres posibilidades:

1) Aumentar la productividad con la que producimos nuestros bienes o servicios
2) Aumentar la cantidad de personas empleadas
3) Postergar el consumo de hoy para invertir más en el futuro. Es decir, trasladar recursos que podrían ser utilizados para mejor, o mantener, nuestro nivel de vida hoy para quizá mejorarlo en el futuro.

Descarta la 2 ya que la cantidad de personas que pueden entrar al mercado laboral es limitada. La 3 también la descarta, ya que afirma que no es una solución viable para incrementar el consumo a largo plazo. Es así, que termina afirmando que la única manera de mejorar nuestro nivel de vida es aumentando nuestra productividad.

Ahora, quitando el supuesto de economía cerrada, abrimos la economía de Estados Unidos y observemos otras dos posibilidades que surgen como soluciones para mejorar nuestro nivel de vida, una vez que abrimos la economía:

4) Podemos importar más sin vender más al extranjero, por lo que los productos que se encuentran en la economía para consumir han aumentado. Para realizar esto tendríamos que tomar préstamos o vender nuestros activos.
5) Podríamos tratar de conseguir un mejor precio por nuestras exportaciones, lo que haría que aumente nuestro ingreso y por consiguiente aumente nuestro nivel de vida.

La 4 la podemos descartar inmediatamente ya que es una opción que funcionaría solamente a corto plazo, es insostenible ese nivel de importaciones sin exportaciones que las financien. En cuanto a la 5, una opción viable, sólo se puede realizar mejorando la calidad de nuestros bienes, algo que al fin y al cabo, está relacionado con la productividad.

Así es que Krugman concluye que la productividad es prácticamente lo único que importa para mejorar el nivel de vida de un país.

Productividad y competitividad

El crecimiento de la productividad en una economía no es más ni menos importante en una economía abierta que en una cerrada. Esto es un argumento sumamente importante de Krugman que tratará de recordarnoslos constantemente.

Krugman nos hace la siguiente pregunta: ¿Por qué nos preocupamos por el crecimiento de la productividad fuera del país? Él afirma que esto sólo importa si afecta a la cantidad de productos importados que recibimos por unidad de productos que exportamos, es decir el precio relativo de nuestras exportaciones en comparación con nuestras importaciones (también conocido como el índice de comercio exterior). La productividad en los otros países sólo nos importaría en el caso de que esta afecte el índice de comercio exterior o el precio relativo de nuestras exportaciones. Krugman da tres razones por las cuales esto no es probable que pase:

1) Si el crecimiento de la productividad fuera del país fuera tal que incrementa la competitividad a la que nos enfrentamos, también tendremos una mayor cantidad de mercados exteriores a los cuales elegir al importar.
2) Si los países que compiten con nuestras exportaciones se vuelven más competitivos, también lo harán, muy probablemente, la que nos suministran con nuestras importaciones (ya que recordar que la exportación de un país es la importación de otro), por lo que supongo podríamos comprar nuestras importaciones a precios más competitivos, por lo que a pesar de que nuestras exportaciones no aumenten de precio o lo hagan poco, al bajar el precio de las importaciones, el índice se queda más o menos igual.
3) La última razón, y para mí la más convincente, es que un crecimiento más rápido en las productividades de las industrias extranjeras generalmente también se traducen a un aumento de los salarios más altos, por lo que los precios de sus productos tenderían a ser iguales o a no variar mucho.

Krugman afirma que a pesar de que el índice de comercio ha disminuido un 15% entre 1979 y 1980 y otro 2% entre 1980 y 1981, es decir nuestras importaciones se encarecieron en términos relativos con nuestras exportaciones, el impacto en el nivel de vida de los estadounidenses se estima que fue de 1/10 de 1%, por lo que, en la práctica, podríamos descartar estos efectos y decir que el nivel de vida de un país depende enteramente de su capacidad de productividad.

Krugman luego concluye diciendo que los economistas no conocen realmente las razones por las cuales la productividad haya disminuido tanto en las últimas tres décadas del siglo XX. Tampoco se tiene muy claro qué políticas son las ideales a llevar a cabo para estimular un cambio positivo en la productividad. Se ha intentado desregularización por parte del Estado de la economía(Regan en los ochenta) y no ha funcionado, y también se ha tratado de llevar a cabo una política industrial(Bill Clinton en los noventa) y tampoco ha funcionado. 

Es así que las causas de los cambios en la productividad reciente no son conocidos realmente por los economistas. Es una suerte de paradoja que la variable o el factor que más determina el nivel de vida de un país no se conozca a ciencia cierta las causas de su descenso o simplemente políticas a llevar a cabo para estimularla.

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